A veces me paro a pensar en lo que me depara el futuro, no demasiado eso sí, porque entonces no sería capaz de disfrutar el presente, pero si lo suficiente como para hacerme una idea de cómo será, por lo menos, el mañana y no perderme en el hoy...
Al hacer esto, no puedo evitar pensar en si me quedaré solo, si conseguiré caminar con alguien, si todo me irá bien... o mal, si lograré llegar a cierta edad sin padecer enfermedades (incurables, al menos), si el día de mañana tendré quien me cuide si no puedo hacerlo solo, o no... bueno, lo que creo que alguna vez nos planteamos todos si rebuscamos un poco en nuestro cerebro.
Conviene aclarar que me siento feliz con mi vida (con mis momentos, como todo el mundo), procuro no engañar a nadie, no aprovecharme de nadie, no hacer daño (al menos conscientemente), procuro no malgastar los días y sobre todo (a estas alturas) intento no engañarme a mí mismo, prefiero tomar decisiones (drásticas a veces) que por mucho que duelan (las que suponen implicación emocional, duelen más) o asusten (a veces demasiado), algún día tendrían que hacerse.
Me imagino lo que será pasear por el parque y sentarse en ese banco de madera a contemplar cómo la gente pasa, feliz o triste, nunca lo sabré, porque, cuando haga esto, espero sentirme tan feliz como para no distinguir un sentimiento del otro. Al fin y al cabo, la tristeza es felicidad y la felicidad, tristeza. Una sin la otra no podría existir, son como el día y la noche, no conoceríamos una sin la existencia de la otra (lo que me recuerda un libro que leí hace muchos años en el que se hablaba precisamente de un lugar en el que no conocían la noche y para cuando la tuvieron, solo por un corto lapso de tiempo, supuso el fin de su civilización... no me acuerdo del título ni el autor, hace mucho tiempo y tampoco era muy bueno!).
De todas formas, para cuando llegue el momento (el mio o el tuyo) de sentarse en ese banco, espero no tener que hacerlo solo (en realidad, nadie haya sido como haya sido, debería tener que hacerlo solo)... podrías encontrarte a mi lado o yo al tuyo... nunca se sabe, esta vida es maravillosa y cada día nos depara nuevas sorpresas.
A estas alturas ya se que no se puede dar marcha atrás, la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único. Vivámosla día a día y no pensemos tanto en el futuro... bueno... solo un poquito!
